Un equipo de investigadores, miembros del programa SEGVAUTO-5G, han analizado cómo reaccionamos ante situaciones de peligro cuando viajamos en un vehículo autónomo. ¿La clave? La dilatación de nuestras pupilas, un indicador fisiológico que revela nuestro nivel de estrés o alerta.

🔍 ¿Qué descubrieron?
En situaciones de riesgo, como un frenazo por un peatón inesperado o un cambio de carril para esquivar un coche averiado, nuestras pupilas se dilatan más. Pero lo más interesante es que nos preocupamos más por nuestra propia seguridad que por la de los peatones. Así lo demuestra una mayor dilatación pupilar cuando el peligro afecta directamente al ocupante del vehículo.

🤖 Este estudio no solo ayuda a entender cómo percibimos el riesgo, sino que también puede ser clave para entrenar la inteligencia artificial de los coches autónomos, haciéndolos más seguros y adaptados a nuestras reacciones humanas.

📌 Conclusión: la aceptación de los vehículos autónomos no depende solo de su tecnología, sino también de cómo nos hacen sentir. Y eso, como han demostrado los investigadores, se puede medir… ¡en nuestros ojos!


Noticia completa en https://www.upm.es/?id=CON20664&prefmt=articulo&fmt=detail 

es_ESSpanish